Amaxofobia: una fobia moderna
Entre las fobias modernas, el miedo a conducir o amaxofobia se sitúa como una de las más frecuentes, y sin embargo poco se habla de ella. Se estima que una cuarta parte de los conductores españoles sufre de esta fobia en cierto grado de intensidad. Desde un nerviosismo leve hasta ataques de ansiedad e imposibilidad de coger un vehículo, los síntomas son enormemente variables ya que sus causas también lo son.
Amaxofobia en autoescuelas.
En nuestro campo, lo más común es que los alumnos tengan cierto respeto al hecho de conducir. Esto es normal y se soluciona simplemente con la práctica. Cuando te enfrentad a un problema que no sabes controlar, lo más común es que te genere cierto estrés y este desaparece cuando adquieres las herramientas necesarias para resolverlo.
El porcentaje de alumnos y conductores noveles que sufre de amaxofobia es realmente bajo, y siempre suele originarse en malas experiencias previas antes de ponerse al volante por primera vez.
Una fobia frecuente en conductores veteranos
Lo más curioso de esta fobia es que afecta sobre todo a conductores de mediana edad, mayores de 40 años. En este grupo de edad, existen tres factores principales que causan la fobia a conducir:
Causas de amaxofobia
1- Falta de experiencia y desconfianza en las capacidades del conductor.
Sucede a conductores que conducen muy a menudo y que se ven con dificultades de desenvolverse en situaciones complicadas: perderse, atascos en ciudades o aparcamientos precisos. Es la causa más importante y también la más fácil de resolver. Si te ves en esta situación, coge el coche más regularmente en trayectos en los que estés cómodo y ve recuperando la confianza poco a poco. Si te ves muy agobiado, conduce acompañado de un copiloto o retoma algunas clases prácticas de conducción.
2 – Hastío de conducción:
A muchos trabajadores españoles que pasan largas jornadas al volante, el hecho de conducir les produce cierta claustrofobia y ansiedad. Si tu trabajo te lo permite, toma algunos descansos entre cambios y ratos libres. Si debes hacer largos trayectos entre casa y el trabajo, haz un poco de ejercicio antes y después de coger el vehículo, te ayudará a sentirte mejor. Y por supuesto, siempre que puedas, utiliza el transporte público.
3 – Accidentes previos:
Es la causa menos común pero también la más difícil de resolver. Para conductores con accidentes traumáticos, volver a ponerse al volante puede producir ataques de ansiedad. En este caso es muy recomendable no forzar la reincorporación e ir gradualmente retomando la confianza. También existen algunos psicólogos especializados en amaxofobia que pueden ayudarte si lo necesitas.
Esperamos que este artículo te haya ayudado a entender mejor esta fobia y cómo se puede mitigar o solucionar. Si tienes cualquier cuestión, deja un comentario y la resolveremos lo antes posible.